En España, la energía eléctrica está entre las más caras de Europa. Los países de nuestro entorno tienen precios de la electricidad mucho más competitivos que nosotros. Para poder competir con ellos es importante reducir los costes de electricidad de nuestra empresa. Para ello, tenemos que realizar una gestión eficiente de todas las variables que puedan elevar el coste.
¿Qué componentes del coste de la electricidad podemos optimizar?
Las empresas comercializadoras de energía eléctrica facturan la electricidad que consumimos en función de las características de nuestro consumo. Tanto en el mercado regulado como en el libre, los términos que aparecen en la factura como peajes de acceso y potencia contratada determinan la tarifa que aplica a nuestro negocio.
Los precios de los peajes de acceso se dividen, sin entrar en detalles, en dos grandes grupos:
- Peajes de Baja Tensión: para potencia contratada menor o igual que 15 kW y mayores que 15 kW si la tensión es menor que 1kV.
- Peajes de Alta Tensión: para potencia contratada mayor que 15 kW y tensión mayor que 1 kV.
Cada uno de estos dos grandes grupos se subdividen en otros que, en el caso de baja tensión, se establecen en función de que la potencia contratada sea mayor o menor que 10 kW. Para la alta tensión, se estructuran en función de la potencia contratada y de la tensión de la línea que suministra a nuestra instalación.
En el caso de baja tensión, las tarifas se denominan 2.0, 2.1 y 3.0. Las correspondientes a alta tensión son la 3.1, 6.1, 6.2, 6.3, 6.4 y 6.5. Este dato aparece reflejado en nuestra factura como peajes de acceso o tarifa de acceso.
La factura de electricidad se compone de dos elementos principales:
- Facturación por potencia contratada: se paga aunque no haya consumo.
- Facturación por energía consumida: se paga lo que realmente se consume.
El precio de la facturación por potencia y de la facturación por energía consumida está determinado por la tarifa de peajes de acceso que aplica a nuestra empresa, que, a su vez, está determinada por la potencia contratada.
Por lo tanto, puede ocurrir que dos empresas que necesitan la misma potencia para que sus equipos funcionen y consumen la misma cantidad de energía eléctrica paguen, en el mercado regulado, dos precios distintos debido a la elección de la potencia contratada.
Si la factura incluye recargos o penalizaciones por energía reactiva, debemos adoptar la solución técnica más adecuada para eliminar este coste.
¿Qué es el mercado regulado y qué es el mercado libre?
Si la potencia contratada es menor o igual que 10 kW podemos elegir contratar nuestro suministro con una empresa comercializadora del mercado regulado o del mercado libre.
Las comercializadoras de referencia (mercado regulado) de energía eléctrica venden la energía al precio PVPC que funciona con los precios del kWh fijados por el gobierno. El PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) varía cada día y cada hora. Si adaptamos los consumos a las horas del día en que la electricidad es más barata reduciremos nuestra factura.
Si la potencia contratada es mayor que 10 kW, obligatoriamente tenemos que comprar la electricidad a empresas del mercado libre. Estas empresas nos ofertarán unos precios que pueden ser fijos o variables. Como regla general, cuando escogemos un precio fijo de la electricidad, el coste en cómputo anual suele ser mayor que si escogemos un precio variable indexado al precio del pool.
En ambos mercados se pagan peajes de acceso e impuestos. La electricidad está gravada con el Impuesto Especial sobre la Electricidad (5,11%) y con el IVA (21%).
¿Cómo se puede reducir el importe de la factura?
El factor más importante es la correcta elección de la potencia que necesitamos contratar, en la factura se denomina Potencia contratada.
Como hemos visto anteriormente, la potencia contratada tiene un doble impacto en nuestra factura:
- determina el precio que la compañía comercializadora aplica a nuestro suministro (tarifa de acceso), y
- el importe fijo que pagamos, independientemente del consumo que tengamos.
Una vez seleccionada la Potencia contratada necesaria pediremos ofertas a varias compañías suministradoras. Si la potencia contratada es menor que 10 kW, generalmente, nos conviene contratar el PVPC con una comercializadora de referencia.
Potencia contratada ¿cómo seleccionarla?
Realizaremos un inventario de todos los equipos eléctricos que tenemos en nuestro negocio. A continuación, agrupamos los equipos que en algún momento encenderemos simultáneamente. Si sumamos la potencia que figura en la placa de características de estos equipos y teniendo en cuenta el alumbrado, obtenemos la potencia que necesitamos.
Por último, se elige la potencia normalizada más próxima a la potencia que calculamos en el párrafo anterior. Esta es la Potencia contratada que aparece en nuestra factura.
¿Qué es la potencia normalizada?
Las compañías eléctricas permiten elegir la Potencia contratada. En los consumos de baja tensión con potencias contratadas menores o iguales que 15 kW, hay que tener en consideración que existen unos tramos de potencias que podemos elegir, denominadas potencias normalizadas. Por ejemplo, si calculamos que en nuestro negocio los equipos que funcionan a la vez necesitan una potencia contratada máxima de 8,5 kW, como las potencias normalizadas monofásicas más próximas son 8,05 kW y 9,2 kW, debemos seleccionar la potencia de 9,2 kW, que será la potencia contratada.
Los tramos de potencia normalizada son distintos para las instalaciones monofásicas y las trifásicas.
Si nuestro negocio tiene un consumo de electricidad alto puede ser recomendable contar con la colaboración de un experto que nos ayude a optimizar el coste de la electricidad, ya que, los cambios de potencia tienen ciertas limitaciones y pueden tener coste.
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Referencias:
Ley del Sector Eléctrico: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-13645