Actualmente, empresas y particulares realizamos muchas gestiones y trámites online. Aunque internet presenta muchas ventajas, no debemos ignorar las amenazas. Para mitigar los riesgos es necesario conocerlos y saber cómo detectarlos.
En el mundo físico somos conscientes que estamos expuestos a las acciones de los delincuentes y tomamos las precauciones necesarias para protegernos. En el mundo online existe la creencia errónea de que las personas anónimas y las empresas pequeñas estamos menos expuestas a las amenazas existentes en internet porque los ciberdelincuentes no tienen interés en nosotros. La mayor fuente de inseguridad somos los usuarios, unas veces por exceso de confianza, otras por desconocimiento, abrimos la “puerta” de nuestros equipos a los ciberdelincuentes. Debemos concienciarnos de nuestras vulnerabilidades y de las amenazas existentes en internet y tomar algunas precauciones.
Para realizar trámites con las administraciones, gestionar las cuentas bancarias o comprar en tiendas online es necesario preparar los dispositivos que vamos a utilizar adoptando las siguientes medidas de seguridad:
- La conexión debe realizarse desde la red wifi de casa o de la empresa, comprobando que está correctamente configurada, o conectarnos con el 3G/4G del móvil. Se deben evitar las redes wifi públicas.
- El dispositivo utilizado debe estar actualizado, correctamente configurado y tener instalado un antivirus. Cada persona que utilice el equipo debe tener su propia cuenta de usuario.
- Las contraseñas no se deben compartir y se deben guardar de forma segura. Nunca se responderá a correos que soliciten los datos personales o bancarios.
Además de asegurarnos de que estamos usando el dispositivo adecuadamente, antes de realizar una compra online de un producto o un servicio debemos tener la certeza que el sitio web ofrece las garantías mínimas de seguridad. Para ello, seguiremos las siguientes pautas:
- Comprobar que la página web es con navegación segura. Comprobaremos que en la barra de direcciones de la página web por la que estamos navegando muestre un candado. Al hacer click en el candado, la URL debe estar bien escrita.
- Cerrar la sesión. Al terminar de usar la página web se debe cerrar la sesión para que los datos personales y bancarios no queden visibles para las personas que utilicen el mismo dispositivo para conectarse a internet.
- Consultar los datos de contacto de la página web. En alguna de las secciones: Contacto, Nosotros, Quienes Somos, se debe poder acceder a los datos básicos de la empresa, como es su dirección física y un número de teléfono fijo.
- Chequear si la página web cumple con los requisitos mínimos de información. Las páginas web de las empresas y de los profesionales deben contener un Aviso Legal y, si tratan datos personales, como por ejemplo los de un formulario de contacto, deben disponer de una Política de Privacidad.
- Los datos mínimos que deben figurar en las páginas web profesionales o empresariales son:
- Nombre o denominación social.
- CIF o NIF.
- Datos de contacto (domicilio, teléfono, correo electrónico).
- En actividades profesionales reguladas (abogados, economistas, ingenieros, arquitectos, médicos, psicólogos, …) debe figurar el título académico indicando donde se consiguió y el nº de colegiado identificando el Colegio Profesional.
- Autorizaciones administrativas identificando al órgano supervisor, en su caso.
- En las tiendas online debe existir una sección de Condiciones de Compra o Venta en las que se detallen las condiciones de venta, entrega y devolución de los productos o servicios. Deben facilitarse los precios de los productos o servicios ofertados indicando si incluye o no los impuestos aplicables.
Si una tienda online o una asesoría online no proporciona estos datos de una forma clara es mejor descartar la compra del producto o servicio.
ANCOS Gestión, S.L.
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Consultoría, Licencia de Actividad.