La elección de una asesoría en Madrid es una decisión que debe valorar diversos criterios de forma objetiva. Las consecuencias de una elección que no es acertada pueden tardar en manifestarse y agravarse con el tiempo.
Actualmente, con los crecientes requisitos legislativos y normativos es importante contar con asesoramiento especializado en todos los temas que afectan a la actividad de profesionales y empresas, entre ellos:
- Fiscal
- Contable
- Laboral
- Prevención de Riesgos Laborales
- Protección de Datos
- Ciberseguridad
- Licencias de actividad / Declaración Responsable
- Requisitos normativos de la actividad
Uno de los puntos más importante que debemos valorar es la formación del asesor y su compromiso con la formación continua. Los asesores pueden ser generalistas o especializados en diferentes áreas, pero deben tener una formación universitaria mínima que garantice la calidad de sus servicios.
¿Qué formación debe tener un asesor generalista de empresas?
La legislación española no exige titulación ni formación para ejercer como asesor. Ello hace que la elección del asesor deba ser más cuidadosa y es el cliente el que tiene que investigar si el asesor cumple los requisitos mínimos que garanticen un asesoramiento eficiente, eficaz y de calidad.
La formación universitaria más habitual en los asesores generalistas es la siguiente:
- Grado en Administración y Dirección de Empresas.
- Licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales.
- Máster en Asesoría de Empresas.
Estos profesionales, al igual que el médico de atención primaria, son los que están en condiciones de ofrecer un servicio de calidad a los profesionales y a las empresas en sus obligaciones fiscales, contables y laborales ordinarias.
Además, en los momentos puntuales en que las empresas y profesionales necesiten servicios especializados, como el médico de atención primaria determina si nuestra dolencia debe ser tratada por un especialista en traumatología o por un reumatólogo, los asesores generalistas ayudarán a determinar el tipo de especialista al que acudir: expertos en laboral, mercantil, civil, etc.
Los resultados de las actuaciones de los especialistas dependen en gran medida de la calidad del trabajo del asesor generalista durante los años previos. Si la actividad de un profesional o de una empresa tiene unos cimientos sólidos y de calidad, al igual que en una vivienda, los desperfectos puntuales que puedan surgir tendrán una solución sencilla a un coste razonable, si los cimientos no son sólidos, los expertos sólo podrán poner parches que se deteriorarán rápidamente.
La asesoría debe involucrase con la empresa o el profesional que contrata sus servicios. No debe limitarse a hacer asientos contables y presentar impuestos. Debe mantener informados y asesorados a los clientes de forma clara y sencilla de todo lo que sea útil para la buena marcha de su negocio. También le debe informar de las consecuencias presentes y futuras que pueden tener las soluciones adoptadas. El cliente siempre tiene que estar informado de las repercusiones de la solución elegida, de forma que pueda hacer una elección informada. Cualquier tema, por muy complejo que sea, presentado de forma adecuada resulta fácil de comprender.
El perfil del asesor que, además de en asesoría, haya trabajado en empresas es idóneo porque conoce mejor las necesidades e inquietudes de los clientes y el lenguaje que se emplea en las empresas, haciendo la comunicación fluida y fácil. Por ello, es importante, antes de contratar los servicios de una asesoría, buscar el perfil del asesor en LinkedIn para conocer su trayectoria profesional y su compromiso con la formación continua.
La elección de un asesoría generalista, fiscal, contable, laboral, no se debe contemplar como un gasto sino como una inversión. El ahorro de unos euros ahora puede ocasionar el gasto de miles de euros en el futuro y la pérdida de la reputación de la empresa y de los profesionales condicionando sus carreras profesionales.
Las asesorías en Madrid presentan un gran abanico de precios y servicios. Para valorar objetivamente la más adecuada a las necesidades de la actividad que se desarrolla es necesario tener en cuenta la relación calidad-precio presente y futura, la valoración de la formación del asesor nos ayudará a tomar la decisión correcta.